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¡Necios!

¿Qué es un necio? ¿Nunca te preocupó saberlo? Al igual que yo y tantos otros que desean servir fielmente al Señor y predicar su palabra, seguramente, alguna vez, has utilizado este calificativo, pero: ¿Sabes lo que estás diciendo? Dios me mostró que debía escudriñarlo, aprenderlo, creerlo, encarnarlo, ponerlo por obra y, finalmente, compartirlo contigo. Hoy cumplo con esa orden. Para bendición de los rectos, para crecimiento de los que lo ignoran y para no cometer errores. Seamos sintéticos para no aburrir. Necio, es una persona que no está ordenando su vida en el temor o reverencia al Señor. Sus características, son las opuestas al sabio. De allí que el Proverbio 1:7, diga: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Tanto los vocablos hebreos como griegos, dan a entender una actitud contraria a la sabiduría que emana de Dios y que se revela por su palabra.

El necio, en principio, manifiesta cierta perversidad moral. El salmo 107.17 dice: Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión y a causa de sus maldades. El Proverbio 13.: 19, agrega: El deseo cumplido regocija el alma: pero apartarse del mal es abominación a los necios. Es una persona que más que en lo que dice creer, confía en sí mismo. El Proverbio 28:26 es sumamente claro, cuando señala: El que confía en su corazón es necio: (Corazón, en hebreo, siempre es equivalente a alma. En el alma están la voluntad, los sentimientos, las emociones, valores en los cuales se suelen apoyar todos los que no se deciden a confiar en Dios y sí lo hacen con esas pautas personales) Necio, también, es uno que desdeña, desconfía y hasta desprecia la revelación divina, (Te aviso que estos están adentro) y otros que fingen ser ateos para poder dejar de lado a Dios en sus decisiones. El Salmo 14:1 cuenta: Dice el necio en su corazón: no hay Dios. Un creyente le presentó el evangelio a un ateo, y este para confrontarlo, le dijo: Si me demuestras que Dios existe, yo me hago cristiano. El creyente sencillamente le respondió: Si tú me demuestras que Dios NO existe, yo me hago ateo…

La carta a los Romanos 1:21 y 22 es más específica todavía: Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios. La palabra ENVANECIERON, aquí, es la palabra MATÁIOO, y significa vaciar, vano, tonto, inútil, confundido. La palabra describe la lógica pervertida y la presunción idólatra de aquellos que no dan honra a Dios, ni le muestran ninguna gratitud por sus bendiciones a la humanidad. Dice, también, que eso sucedió aun habiendo conocido a Dios. Toda la gente sabe, en sus corazones, que Dios existe, así como algo de sus requerimientos morales. Esto no quiere decir que la gente puede venir a la fe salvadora observando la naturaleza creada, porque la fe salvadora sólo se alcanza escuchando y creyendo en el mensaje de la Biblia acerca de Cristo.

También dice, en Proverbios 15:2, que La lengua de los sabios adornará la sabiduría: más la boca de los necios hablará sandeces, en tanto que el verso 14 agrega que la boca de los necios se alimenta de necedades. ¿Nunca escuchaste a gente que habla, habla y habla, y no dice nada sustancioso? ¿Sabes cómo se le llama en el porteñísimo lunfardo de Argentina a eso? Sanata. Sanateros. Es el equivalente a novelesco, monologal, incoherente y hasta absurdo. ¡Pero hermano! ¿Sanateros en la Iglesia, en el Reino de Dios? No. No dije eso. En la iglesia y en el Reino de Dios no; en el templo. Y finalmente, como para completar un muy somero y rápido panorama, tenemos una referencia en el evangelio de Lucas 12:20, donde se le habla a un necio que se pasó toda su vida sin otro objetivo que acumular riquezas. Pero Dios le dijo: necio, esta noche vienen a pedirte tu alma: y lo que has provisto, ¿De quién será?

Esto, más o menos y a grandes rasgos, es un necio. Conviene que lo tengas en cuenta. Es más: también conviene que sepas que dentro del amplio espectro que globalmente llamamos «pueblo de Dios», también los hay. Bajo esta óptica y para conocer adonde estamos parados como creyentes, vamos a tener en cuenta y hasta memorizar lo que dice Proverbio 14. (Proverbio 14:1) = La mujer sabía edifica su casa; más la necia con sus manos la derriba. Desde lo literal, este verso es bastante profundo, pero poco creíble. Es muy poco frecuente ver a una mujer abocada a las tareas de construcción y, mucho más, que con sus propias manos pueda derribar una casa.  Hay un principio espiritual aquí, de eso no hay dudas. En el contexto global de la Biblia, a la mujer siempre se la identifica con la iglesia, en tanto que las manos simbolizan su actitud o su conducta. ¿Comprendido? Ahora observa a tu alrededor y toma decisiones. Para eso has sido puesto en ese país, en esa región y en ese lugar desde donde ahora me lees por tu Padre celestial. Para Observar y Reflexionar: LA NECEDAD NO SE HEREDA

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junio 28, 2024 Néstor Martínez